
NotiUrquiza
Sol Papalardo
Actividades económicas
Política económica de Rosas y producción interna
La política económica de Rosas se basó fundamentalmente, por un lado en la expansión ganadera de Buenos Aires, evitando aumentar los impuestos; y por otro, en el mercado exterior. Asentó su esfuerzo en disminuir el déficit presupuestario y estabilizar el valor del papel moneda.
Durante su segundo gobierno, apuntó a la economía en los gastos y a la administración de las rentas. Reforzando su postura, mantuvo la exclusividad del puerto de la ciudad, el control sobre la navegación de los ríos y el manejo exclusivo de la aduana.
Con el cierre de la Universidad y la supresión de los fondos para asilos y hospitales, logró mantener un acrecentado presupuesto policial.
Consiguió reducir la deuda interna desde 1840 a 1850, de 36.000.000 de pesos a algo menos de 14.000.000, gracias a la rebaja impositiva.
Librecambio y proteccionismo.
Los problemas financieros que hubo en el gobierno de Rosas no fueron los únicos ni los principales. El problema mayor fue la oposición entre librecambistas y proteccionistas. La polémica no afectaba a los porteños, pues unitarios y federales eran, partidarios del librecambio, aunque diferían en la forma de aplicarlo. Solo grupos numéricamente pequeños como artesanos, agricultores y pequeños comerciantes, sentían atracción por el proteccionismo.
Las otras provincias querían proteger su producción frente a la competencia extranjera y deseaban un aumento de los impuestos aduaneros.
La Ley de Aduana de 1835.
A comienzos de su segundo gobierno, Rosas impulsó la sanción de una nueva ley de aduanas que elevaba los aranceles que pagaban los productos llegados del exterior y prohibía la introducción de otros que se producían en el país.
Se aumentaba el 35% a muebles, espejos, coches, vino y aguardientes, guitarras, valijas de cuero, baúles, látigos, frazadas y mantas, etc.; el 50% cervezas, fideos, sillas de montar, sillas de estrado, etc..; se prohibía la entrada de manufacturas de hierro bronce y latón, ponchos, peines, cinchas, lazos, bozales, cojinillos, rebenques y demás arreos para el caballo. Las harinas y el trigo no podían importarse mientras las locales no alcanzasen el precio de 50 pesos la fanega.
La introducción de productos por vía terrestre era libre, con excepción del tabaco y yerba de Paraguay, Misiones y Corrientes.
La ley tuvo un buen recibimiento en el interior del país, fortaleciendo la imagen política de Rosas; permitió la reactivación de la agricultura, la industria del cuero, la vitivinícola, la textil, la de los metales y de la madera. Dejó de aplicarse en 1838 como consecuencia del bloqueo; ante las necesidades de la Tesorería, el gobierno de Buenos Aires tomó medidas que significaron una vuelta al librecambio.
La Casa de la Moneda.
Fue creada en 1836 en reemplazo del Banco Nacional: presentaba las características de un banco de Estado administrativo por una junta, bajo el control del gobierno. Tenia a su cargo las emisiones, recibía depósitos en dinero, descontaba letras y pagarés, y recibía depósitos judicial
Producción Interna
La producción interna se puede clasificar por regiones:
Patagonia: No hubo un desarrollo productivo, pues era una zona de conflictos y no estaba ocupada por estancieros sino por salvajes. Durante el gobierno rosista se desarrollaron campañas con el fin de conquistar esas tierras.
Centro: La actividad agrícola desarrollada en la región estuvo sujetada al consumo del ajustado mercado regional
Litoral: Gracias a una recuperación económica en la mitad de la década del 40, se hizo evidente un crecimiento de la actividad ganadera, además, evadían el control del puerto de Buenos Aires y comercializaban con el exterior a través del río Uruguay. La recuperación de los territorios ubicados sobre el Paraná fue más lenta, ya que Buenos Aires ejercía un control sobre el comercio y la navegación de ese río.
Cuyo: La industria vitivinícola estaba arruinada por la competencia de los vinos europeos que entraban por Buenos Aires. La minería se desarrolló sobre la base de la plata y el cobre. De todas maneras Mendoza y San Juan lograron activar sus economías en relación con el mercado chileno, colocando ganado vacuno, ovino, caballos, mulas y burros, cueros, jabón, sebo, monturas, riendas, tejidos, plumas y frutas secas.
Noroeste: Entre sus actividades agropecuarias más importantes se puede mencionar el cultivo del trigo, caña de azúcar y algodón, paralelamente a estas faenas se desarrollaron las artesanías (paños de algodón y lana, carretas, muebles) y la transformación de productos de la ganadería (sebo y cuero).
Noreste: Se dedicaron a la producción de yerba-mate como objeto principal y explotaron otros productos, pero de todas maneras no llegaron a un alto desarrollo económico, aunque las misiones jesuitas pudieron lograr activar su economía con una ideología comunista.